lunes, 22 de junio de 2009

El agroturismo en los municipios de la Zona Metropolitana de Mérida. Realidad y posibilidades

Como se sabe el turismo ofrece grandes oportunidades para estimular la economía y mejorar la calidad de vida de las comunidades, especialmente de aquellos países que se encuentran en vías de desarrollo. Pues el turismo podría convertirse en la principal fuente de ingresos, que se traducirían en mayores beneficios para la comunidad, sabiéndolos aprovechar, invirtiéndolos de la mejor manera, para así de esta manera obtener mayores beneficios socioeconómicos y culturales que incrementen las posibilidades de convertirse en un país desarrollado, con mejor calidad de vida y mayores probabilidades de sobrevivir en este mundo globalizado de hoy día.
En este sentido, en vista de que en nuestro País, como se ha observado a través de la historia, sus gobernantes han destinado todos sus esfuerzos a la actividad petrolera, que aunque genera fuentes de trabajo no son suficientes para incorporar al mercado laboral a toda la población desempleada de hoy; dejando de lado la turística, pese a que ésta actividad, sabiéndola manejar, proporciona una gran fuente de ingresos que ayudarían a impulsar la economía nacional, que se encuentra resquebrajada producto de las malas políticas económicas implementadas, que solo conllevan a un crecimiento inflacionario, en vez de procurar reducirlo y mejorar la calidad de vida de los venezolanos; así como también al impulsar la actividad turística se generaría la conservación y revalorización del gran patrimonio cultural y natural que posee Venezuela.

Sin embargo, cabe destacar que pese a la gran dedicación de los gobiernos hacia la actividad petrolera, hoy día la actividad turística ha obtenido un mayor espacio en la economía nacional. Es así, como el turismo rural y más específicamente el agroturismo, se han establecido como uno de los recursos y atractivos turísticos más indispensables para el desarrollo turístico de la Nación.
Es así, como al considerar al Estado Mérida como un destino turístico por excelencia, se ha hecho necesario determinar las posibilidades que presenta el agroturismo, como una herramienta para lograr el desarrollo del Estado.
En tal sentido, se expresa que el agroturismo es una actividad en la cual el turista se interrelaciona en el medio rural con los establecimientos agropecuarios existentes, y experimenta las vivencias de las actividades agropecuarias desarrolladas por los propios lugareños. Generando de esta manera, ingresos adicionales que proporcionaran mayores beneficios socioeconómicos y culturales que mejoraran la calidad de vida de los habitantes de las zonas rurales de un país.
De esta manera, se debe procurar el desarrollo agroturístico, esto teniendo presente que “los proyectos agroturístico deben ser gestados y administrados por las familias propietarias de las fincas, para que el valor agregado quede en el lugar y se conserven el patrimonio cultural y la naturaleza, razón de ser del turismo rural, pero asimismo, la diversificación debe verse como una alternativa para mejorar la calidad de vida de los habitantes de los espacios rurales.” (Duque, 2008).
A su vez, cabe resaltar que al mismo tiempo el desarrollo agroturístico puede generar efectos ambientales tanto positivos como negativos, los cuales deben ser tomados en cuenta a la hora de ejecutar los proyectos agroturístico, pues se debe evaluar contundentemente el impacto socio cultural y ambiental que tendrá dentro de la comunidad, a fin de evitar futuros deterioros culturales y ambientales, que a la larga perjudiquen en vez de ayudar a las comunidades.
Por consiguiente, el principal papel que jugará el sector público, será el de contribuir con el mejor desenvolvimiento del negocio a partir de acciones de promoción, capacitación, fortalecimiento institucional, comercialización y estudios de mercados y tendencias; y no como ente regulador de la actividad pues esto es secundario. (Duque, 2008).
En conclusión, se sabe que las condiciones socio culturales y medioambientales en el Estado Mérida están dadas para fomentar el desarrollo agroturístico de la región, pero tanto la Empresa Privada como el propio Estado deben encaminar sus esfuerzos hacia el logro de dicho desarrollo, a través de la preparación y capacitación de las comunidades respecto al tema; así como también la promoción de la actividad, y procurar integrar a autoridades públicas, operadores turísticos, transportistas, comunidades locales, productores, organizaciones sociales y ecológicas, entre otros, en el logro de estos objetivos; para de esta forma contribuir al crecimiento socioeconómico y cultural que tanto necesita la población merideña y el país.

Los equipos de trabajo: una práctica basada en la gestión del conocimiento

En este mundo globalizado de hoy, donde la competitividad de las organizaciones se hace cada vez más determinante para poder subsistir en el medio que les rodea; la gestión de conocimiento se ha convertido en una de las herramientas más importante para lograr los objetivos organizacionales y así obtener como resultado el éxito sostenible de la organización.

En este sentido, se presentan los equipos de trabajo (ET) como un elemento esencial para la gestión del conocimiento, los cuales están conformados por un grupo de personas con conocimientos complementarios y que se encuentran comprometidas con el logro de un objetivo común; ya que a través de ellos se distribuye el trabajo de acuerdo con el conocimiento y nivel de compromiso de cada empleado, estimulándose de esta manera el desarrollo de mejores competencias que garanticen empleados más eficaces y eficientes que contribuyan al cumplimiento de los objetivos organizacionales.

Por tanto, los ET se perciben como la mejor forma de aprovechar el conocimiento presente dentro de la organización y así lograr una mayor competitividad organizacional, que permita a la misma lograr el éxito que requiere para mantenerse dentro del medio y así obtener mayores beneficios socioeconómicos tanto para la empresa como para la sociedad .